jueves, 21 de mayo de 2009

Un radiador es un objeto intercambiador de calor, que aporta calor a otro objeto, o bien, a lugar, sin contar con la presencia de llamas. En el ámbito de los automóviles con motores de combustión interna, el radiador se conecta a canales desde el motor y la cabeza de cilindros, desde donde se bombea un líquido, típicamente una mezcla de agua con un anti-congelante. La idea es que el fluido circule por el motor, disipando el calor y llevándolo hacia el radiador, que a su vez disipa el calor usando el aire que entra por la toma delantera del vehículo; todo esto enfría el motor, lo cual es su fin.
Ahora hablando más genéricamente, fuera del ámbito automotriz, el funcionamiento de un radiador se basa en la diferencia de temperatura entre su superficie y el ambiente en el que se encuentra, pero además tiene gran influencia la cantidad de superficie expuesta del radiador en dicho ambiente. Lo anterior se explica ya que, al haber una superficie mayor de intercambio y mayor es la diferencia de temperatura, entonces, mayor será el intercambio de calor .

Como se mencionaba en un principio, el radiador aporta calor a un objeto o a un ambiente sin contar con llamas o fuego. Esto, debido a que un radiador no posee procesos de combustión directa, sino que el calor que irradia proviene del exterior a través de tuberías que transportan agua caliente, la que ha tomado su temperatura en una caldera situada en algún otro lugar. Es por todo lo anterior que no se debe confundir a un radiador con una estufa.
Como se dice que un radiador no es lo mismo que una estufa, entonces hay que tomar en cuenta que otra de las diferencias radica en que, además de no producir su propio calor, el radiador no emana gases ni ningún tipo de otras sustancias, cosa que si puede ocurrir en el lugar en el que se produce la energía eléctrica.
El mantenimiento de un radiador es bastante importante. Es necesario hacer una revisión una vez al año a fin de evitar la acumulación de gases en su interior, que obstaculizarían la entrada del agua caliente a ciertas partes del radiador, así como también, la revisión de las llaves de paso con las que debe contar, una para la entrada del agua caliente y otra para la salida de agua fría; llaves que permiten el equilibrio hidráulico.

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